El presidente de la organización de autónomos UPTA, Eduardo Abad, aseguró este miércoles que es «absolutamente falso» que los autónomos con ingresos inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) vayan a cotizar, con la propuesta del Gobierno para el periodo 2026-2028, por encima de lo que lo hacían en 2022, antes de que se implantara el nuevo sistema de cotizaciones por ingresos reales.
Abad apuntó que, en el peor de los casos, los autónomos con ingresos inferiores a 1.166 euros mensuales, donde se encuentra el grueso del colectivo, seguirán cotizando en 2028 por debajo de lo que cotizaban en 2022, con el anterior sistema (293,71 euros al mes).
Añadió también que hay un grupo muy importante de autónomos que están en los tramos comprendidos entre los 1.166 y los 1.700 euros de rendimientos, a los que, con la propuesta del Gobierno, se les subiría las bases de cotización entre 17 y 125 euros.
«A quienes les va a subir las bases de cotización y por tanto las cotizaciones son a aquellos autónomos, aquellos empresarios, socios de sociedades, que tienen rendimientos de trabajo elevados. No creo sinceramente que para aquellos autónomos que tienen rendimientos de más de 6.000 euros al mes no se pueda hacer un esfuerzo contributivo de 590 euros en este año, 796 en el año que viene y 1.000 euros en el año siguiente sea un esfuerzo desmesurado», indicó.
El presidente de UPTA recordó que el sistema de cotización en función de los ingresos reales fue pactado en 2022 entre las organizaciones de autónomos, los sindicatos, la patronal y el Gobierno y avalado posteriormente de manera mayoritaria por el Congreso de los Diputados y el Senado.
UPTA propone además incluir un tramo de cotización inferior para aquellos autónomos que se dedican al ámbito cultural, sobre todo para los músicos o los nuevos creadores de contenido, que debería ser del 50% del tramo más bajo, es decir, para autónomos que están en pluriactividad mayoritariamente y que tengan unos ingresos inferiores a los 4.000 euros. Sus cotizaciones, «en ningún caso», debieran de pasar de los 90 euros al mes, más o menos lo que se paga por la tarifa plana.
Mayor protección social
Abad hizo hincapié en la necesidad de reformar el modelo fiscal y en el «auténtico calvario fiscal» que padece el colectivo.
«Lo hemos dicho hasta la saciedad. Tenemos que cambiar el modelo fiscal del trabajo por cuenta propia. Tenemos un diferencial de casi 20 puntos entre la fiscalidad de los autónomos personas físicas y de aquellos empresarios que tributan a través del Impuesto de Sociedades«, expuso.
Recordó que los autónomos no tienen derecho a deducciones por manutención, por kilometraje, por gastos inherentes a la actividad, por la utilización de un vehículo, ni tampoco las deducciones que tienen las grandes sociedades en materia de responsabilidad social corporativa.
«No tenemos lo que creemos que debemos tener, que es un trato acorde a la situación económica de nuestro colectivo. Y ahí es donde tenemos que centrar todas las miradas para modificar de forma urgente la fiscalidad de nuestro colectivo», subrayó.
Por último, remarcó que los autónomos también «queremos tener una protección social similar a la protección social de los trabajadores asalariados y para eso tenemos que diferenciar las cotizaciones de la Seguridad Social y los impuestos que pagamos».