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lunes, 1 de septiembre de 2025
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    Página en pruebas. Lanzamiento: 1 de septiembre

    Qué ver en Cartagena y la comarca del Mar Menor

    EmpresasdeCartagena.com presenta su sección de Turismo con un reportaje y un vídeo sobre los principales atractivos turísticos de la ciudad, el Campo de Cartagena y el Mar Menor

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    Cartagena se ha convertido durante las últimas décadas, por méritos propios, en uno de los destinos españoles más escogidos por los viajeros, multiplicando el impacto del turismo en la economía de la ciudad -y de la comarca-, gracias al notable incremento en el número de cruceros -y cruceristas-, a la remodelación de la ‘fachada’ de la ciudad, a la recuperación del Teatro Romano y a otras medidas impulsadas tanto en Cartagena como en los municipios aledaños.

    El año pasado, la ciudad milenaria batió récord de visitantes en los museos, centros e instalaciones que gestiona el ayuntamiento con 544.000 personas recibidas en 2023, casi 100.000 más que en 2022.

    Gracias a su amplia oferta cultural, gastronómica y patrimonial, Cartagena, cada vez más amplia tras el descubrimiento de los restos romanos y la remodelación de la «fachada principal de la ciudad, culminó el primer trimestre de 2024 con 108.281 visitantes, frente a las 88.999 de 2022, lo que supone un incremento porcentual de 21,67 puntos. Algunos de los acontecimientos destacados que atrajeron al turismo en los tres primeros meses del año fueron la Gala de Soles de Repsol, la celebración de la Copa de España de Fútbol Sala y la llegada de los primeros cruceros.

    Dentro de su apuesta decidida por la promoción de la ciudad y su entorno de cara al exterior, y de la apuesta del medio por el sector turístico, EmpresasdeCartagena.com se estrena con una guía que permite descubrir la historia que abunda en sus calles y recovecos: los sitios que ningún visitante debe perderse. Si eres de Cartagena -o alrededores-, seguro que sabrás lo que voy a decir. Si no, antes de empezar la visita, es necesario saber un par de cosas.

    Primero, que la ciudad fue fundada con el nombre Qart Hadasht (Ciudad Nueva), por el general cartaginés Asdrúbal el Bello, en el año 227 a.C, y se convirtió en la capital del reino cartaginés de Aníbal en Hispania. Aníbal, por si no lo recuerdas, marchó hacia Roma con un montón de elefantes y dio inicio a la Segunda Guerra Púnica en el 218 a.C. Durante esta contienda, el general romano Escipión el Africano tomó Cartagena en el año 209 a. C., que fue rebautizada como Carthago Nova, y se convirtió en una de las ciudades más importantes de la época. Este hecho le permitió recibir la concesión del estatuto colonial, en el 54 a.C., que dio lugar a un proceso de renovación urbana, que culminaría con el emperador Augusto, y dejaría para la posteridad algunos de sus lugares más emblemáticos.

    • El foro romano

    El Museo Foro Romano Molinete puede visitarse de lunes a domingo desde las 10.00 horas a las 20.00 horas en la calle Adarve, número 6, donde se encuentra el acceso, en temporada alta. La entrada general cuesta 6 euros y la reducida, 5 euros. La visita comienza dentro de las salas del museo, donde el viajero podrá conocer la historia del cerro del Molinete (arx Hasdrubalis) desde sus inicios, en el siglo II a.C., hasta la actualidad. El recorrido culmina en el yacimiento, donde pueden contemplarse de cerca la Curia o senado local (lugar en el que se reunían las autoridades para tomar decisiones y está decorado a base de mármoles), el foro colonial (centro neurálgico de la antigua Carthago Nova), el Santuario de Isis (en el que se celebraban cultos a los dioses egipcios), las antiguas calzadas con las rodadas de los carros; las Termas del Puerto y su magnífico pórtico de acceso que conserva el suelo original; y el Edificio del Atrio, con sus altos muros y decoraciones pictóricas que trasladan a los grandes banquetes del Imperio Romano.

    Museo del Foro Romano de Cartagena. FOTO: JoseMad
    • Teatro romano

    El Teatro Romano de Cartagena es uno de los más grandes de la Hispania Romana, gracias a su capacidad para 7.000 espectadores. Datado en el siglo III a.C., el teatro estuvo oculto durante siglos hasta que fue descubierto hace unas décadas. Al igual que otros edificios romanos, el teatro era un lugar de gran actividad social y cultural donde se representaban todo tipo de obras. La visita empieza en el Palacio de Riquelme, primer edificio del museo, y termina en las ruinas del teatro. Como curiosidad, cabe destacar que está superpuesto a la iglesia medieval de Santa María. Dependiendo de si es temporada alta o no, el teatro puede visitarse de 10.00 horas a 20.00 horas o 18.00 horas de martes a sábado. La entrada general cuesta 6 euros y la reducida, 5 euros.

    Ruinas del Teatro Romano de Cartagena. FOTO: BearFotos
    • Muralla púnica

    La Muralla púnica es uno de los pocos restos cartagineses hallados en España y guarda una estrecha relación con las Guerras Púnicas. En su Historia universal, el autor clásico Polibio resaltó su impresionante envergadura, de 10 metros de altura, y los continuos ataques a los que era sometida por los romanos. Se cree que fue construida tras la fundación de Qart-Hadast por Asdrúbal y reutilizada por los romanos en un primer momento de ocupación. Junto a la muralla, el visitante podrá contemplar la cripta funeraria de la ermita de San José, erigida en los siglos XVI y XVII. En temporada alta, abre de lunes a domingo de 10 a 20.00 horas; en temporada media, cierra a las 19.00 horas y en la baja, a las 17.30 horas. La visita normal vale 3,5 euros y la reducida, 2,5 euros.

    • Casa de la Fortuna

     La casa de la fortuna, cuya construcción se enmarca dentro del impulso urbanístico realizado en época de Augusto a finales del siglo I a.C., perteneció a una familia adinerada (posiblemente comerciantes o libertos enriquecidos) y tiene una extensión de 200 metros cuadrados en los que destacan las pinturas murales y mosaicos con motivos variados como un cisne, esvásticas, flores y granadas, que se encuentran en sus distintas estancias. Durante la exposición, los visitantes podrán recorrer el comedor donde se celebraban los banquetes, los dormitorios privados y la sala de representación en la que el señor recibía a sus clientes. El horario de apertura es de 10.00 a 15.00 horas durante todo el año. La entrada normal cuesta 2 euros y la reducida, 2,5 euros.

    Mosaicos de la Casa de la Fortuna. FOTO: Sonia Bonet
    • Augusteum

    El Augusteum es un templo dedicado al primer emperador romano Octavio Augusto, donde el usuario conocerá como era el culto rendido al líder del Imperio, la pompa teatral y las puestas en escena de gran riqueza y prestigio desarrolladas por los sacerdotes. Debido a su cercanía con el foro, se pueden contemplar, además, algunas piezas expositivas relacionadas con la vida social y económica de Carthago Nova. El horario de apertura es de 10.00 a 15.00 horas durante todo el año. La entrada normal cuesta 2 euros y la reducida, 2,5 euros.

    • Castillo de la Concepción

    Las vistas privilegiadas de la ciudad y el puerto convierten al Castillo de la Concepción en una parada obligatoria para los viajeros. Construido en época musulmana, es un recinto defensivo, cuya cronología se sitúa entre los siglos XII y XIII, que aún conserva parte de su estructura original, así como la edificación de la torre del homenaje erigida por Alfonso X el Sabio, en el último cuarto del siglo XIII. Su horario de visita en temporada alta, es lunes a domingo de 10 a 20.00 horas; en temporada media, cierra a las 19.00 horas y en la baja, a las 17.30 horas. La entrada normal cuesta 3,5 euros y la reducida, 2,5 euros.

    Restos expuestos en el Castillo de la Concepción. FOTO: JoseMad
    • ARQVA

    En Cartagena, se encuentra, también, el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, el ARQVA, que alberga la colección de la fragata de Nuestra Señora de las Mercedes. Conocida como el ‘tesoro del Odyssey’, le costó a España cinco años de litigio contra Estados Unidos por su propiedad, y consta de más de 570.000 monedas de oro y plata de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Aparte de este suculento botín, el museo cuenta con varias piezas y reproducciones a escala real de diversas embarcaciones y objetos relacionados con ellas. El ARQVA puede visitarse de martes a sábados (10.00 a 21.00 horas en temporada alta, y hasta las 20.00 horas en baja) y los domingos y festivos (de 10.00 a 15.00 horas). La entrada de martes a viernes cuesta 3 euros normal y 1,5 reducida. El acceso los sábados y domingos es gratuito.

    • Museo-Refugio de la Guerra Civil

    El refugio de la Calle Gisbert, erigido en plena Guerra Civil, se halla ubicado bajo el cerro de la Concepción y fue de los pocos que recibieron apoyo económico del Gobierno central. Es uno de los más grandes de la ciudad, a pesar de que no se terminó de construir, con una capacidad para 5.500 personas, 20 bocas de acceso y un cuarto de socorro. En la actualidad, solo se puede visitar una parte, de lunes a domingo desde las 10.00 horas a las 20.00 horas en temporada alta. En temporada media y baja abre solo de martes a domingo hasta las 19.00 y las 17.00 horas respectivamente. El precio de la entrada general es 3,50 euros y de la reducida, 2,50 euros.

    • Arquitectura modernista

    Algunos de los edificios más importantes de la arquitectura modernista y que merece la pena contemplar, aunque sea desde fuera, son el Palacio Consistorial, construido entre 1900 y 1907 por el arquitecto Tomás Rico Valarino; el Gran Hotel de Cartagena, inaugurado en 1916 y diseñado por Víctor Beltrí, quien también se encargó de la reconstrucción del Casino de Cartagena en los primeros años del siglo XX; el Palacio Pedreño, de Carlos Mancha; y la Casa Cervantes, también de Víctor Beltrí, entre otros.

    Edificio con decoración modernista en Cartagena. FOTO: gph-foto.de
    • Cala Cortina

    La playa de Cala Cortina es una de las más conocidas del término municipal de Cartagena. Ubicada cerca del puerto, concretamente en el barrio de Santa Lucía, este enclave natural está rodeado por acantilados y montañas. Como dato curioso, cabe resaltar que fue seleccionada como la segunda mejor de España por los lectores de la revista de viajes de lujo y estilo de vida, Condé Nast Traveler, en 2019. El acceso es gratuito.

    • Batería de Castillitos

    La Batería de Castillitos es, seguramente, uno de los lugares más atrayentes de toda Cartagena por su singularidad y buen estado de conservación. Se trata de una fortificación de soporte de artillería costera situada en el cabo Tiñoso que fue construida entre 1933 y 1936 por orden de Primo de Rivera para defender la bahía de Cartagena junto a su gemela la Batería de Cenizas. En ella, aún pueden visitarse los cañones de la empresa británica Vickers-Armstrong. La entrada es gratuita.

    Entorno de la Batería de Castillitos. FOTO: amoklv

    Otros sitios que visitar en la Comarca del Campo de Cartagena

    La Comarca del Campo de Cartagena, que engloba a La Unión, Torre Pacheco, Fuente Álamo, Los Alcázares, San Javier y San Pedro del Pinatar también esconde algunos tesoros en forma de lugares de interés y enclaves naturales que merece la pena visitar y descubrir.

    • La Unión, enclave minero y natural

    El municipio de La Unión, donde habitan casi 21.000 habitantes, se encuentra ubicado a menos de 14 kilómetros de Cartagena y está situado entre las montañas de la Sierra Minera de Cartagena-La Unión, declarada Bien de Interés Cultural (B.I.C.). Su relación con este enclave natural ha influido enormemente en su desarrollo e historia. De ahí que gran parte de sus puntos de interés guarden relación intrínsecamente con su pasado minero.

    Si quieres conocer más sobre La Unión, no puedes perderte el Museo Minero, que alberga una colección de más de 200 variedades mineralógicas que destacan por su belleza y su interés para la industria, así como objetos relacionados con este oficio que estuvo hasta hace muy poco activo en el municipio. El horario habitual del museo es de martes a domingo, de 10.00 a 13.00 horas, y las tardes bajo demanda para grupos. La entrada general cuesta 5 euros y la reducida, 4 euros.

    El Parque Minero de La Unión, que actualmente se encuentra en pleno proceso de remodelación, también es un lugar de interés para el visitante. El complejo ocupa un total de 50.000 metros cuadrados en la falda de la Sierra Minera y cuenta con un tren que desplaza a los turistas a lo largo del Camino 33, antigua vía de acceso a las explotaciones mineras que atraviesa la Sierra y une La Unión con Portman y el Mar Mediterráneo. Durante el recorrido, se pueden contemplar un horno de tostación, unos polvorines, un filón de estaño, un lavadero de mineral, una balsa de lodos y las minas Pablo, Virginia y Agrupa Vicenta. El objetivo de este trayecto es mostrarle al visitante cómo era el trabajo y vida en una mina.

    Al igual que Cartagena, La Unión también posee un pasado modernista que puede contemplarse en las fachadas del Antiguo Mercado Municipal, de la Casa del Tío Lobo, de la Casa Cortés, y de la de la Casa del Piñón, que es la única cuyo interior puede visitarse de 09.00 a 14.00 horas, porque alberga el Museo del Cante de las Minas, dedicado a este particular cante y a la historia del conocido festival al que da nombre.

    Mercado municipal de La Unión. FOTO: Luis Pizarro Ruiz

    Otros lugares a destacar son el Museo Arqueológico de Portmán y el Museo Etnográfico de Roche, ambas pedanías de La Unión. El primero se encuentra ubicado en el Antiguo Hospital de Caridad de Portmán y recoge una serie de piezas que van desde las primeras muestras humanas halladas en la Sierra Minera hasta el cierre de la minería. Cabe destacar, entre su colección, el mosaico de la Villa romana del Paturro (ss. I a.C-III d.C). Su horario es de sábado a domingo de 10.00 a 13.00 horas. La entrada es gratuita.

    El Museo Etnográfico de Roche, por su parte, está situado en las Antiguas Escuelas de Roche construidas en 1909 y remodeladas en 2010 para albergar la exposición que recorre la historia de La Unión a través de su pasado industrial, social y económico. En la actualidad, no se puede visitar de forma individual, solo con grupos y a través de reserva previa en el e-mail turismo@ayto-launion.org.

    En términos de oferta natural, La Unión brinda a sus visitantes la oportunidad de conocer el Paraje Natural El Chorrillo, y el Parque Regional de Calblanque, el Monte de las Cenizas, la Peña del Águila y Portmán, a través de sus rutas senderistas repletas de belleza y tranquilidad; y de sus playas a orillas del mar Mediterráneo.

    • Torre Pacheco, hogar de Molinos

    Torre Pacheco se halla en pleno Campo de Cartagena a 8 kilómetros del Mar Menor y es conocido por ser un municipio donde abundan las explotaciones agrícolas y los molinos de viento que poblaban antaño con asiduidad la Región de Murcia. La diferencia de Torre Pacheco, frente a otros municipios, es que él ha recuperado y reconstruido algunos de ellos para que autóctonos y foráneos puedan presenciarlos desde fuera. Destacan el Molino de El Pasico (1844), el Molino del Tío Paco (1838) y el Molino del Tío Facorro (1838). El primero pudiese visitarse en la carretera de Torre Pacheco-Roldán junto a la Ermita; el segundo, está en la carretera de El Jimenado a Los Navarros y el tercero, en la carretera de Balsicas.

    Molino en Torre Pacheco. FOTO: Natan Rubio

    La Ermita de El Pasico, construida en la pedanía de la Hortichuela, es una construcción rústica en cuyo interior alberga a la Virgen del Pasico, que está situada en el tronco de un almendro y es venerada el Lunes de Pascua. La aparición de este icono natural de una piedra construida en las vetas de una piedra de alabastro se sitúa en la última década del siglo XVII y la primera del siglo XVIII. La imagen ganó protagonismo al no ser robada durante el saqueo a la Ermita en 1936. Al final de la Guerra Civil, el Obispo examinó la piedra durante dos días y al decidió convertir el lugar en un santuario. La tradición sugiere que si se pasa un clavel por el tronco de almendro que sostiene a la Virgen y se pide un deseo, este se cumplirá.

    En la pedanía de Balsicas, se puede contemplar el Castillo de Ros, construido por la orden monástica de San Felipe de Neri, que en un principio perteneció a la hacienda de Balsicas y después al Estado, que más tarde se lo donaría al General Antonio Ros de Olano y Perpinya, al que la Reina Isabel II otorgó los títulos de Vizconde de Ros de Olano y el de Marqués de Gaud-el-Yehi, con grandeza de España. En la actualidad, este caserón del último cuarto del siglo XIX solo se puede visitar desde fuera porque es de propiedad privada.

    Torre Pacheco cuenta, además, con el enclave natural del Cabezo Gordo, que forma parte de la Red Natura 2000, y posee una enorme importancia a nivel internacional al albergar la Sima de las Palomas. En esta cueva, que se halla en la ladera sur de esta elevación montañosa, se han encontrado más de 300 fragmentos de esqueletos, entre huesos y dientes, fechados en 50.000 años durante el último periodo glacial. Entre todos esos restos, destacan tres esqueletos casi completos que fueron recuperados en buen estado de conservación. El de un niño y el de la joven mujer bautizada como Paloma fueron descubiertos bajo una acumulación de grandes piedras, con las rodillas y los codos flexionados, y las manos junto a la cara, lo que sugiere que pudieron ser enterrados intencionalmente. Solo se puede acceder a través de visitas guiadas que se realizan mediante reserva previa en la Oficina de Turismo.

    • Fuente Álamo, la tierra del olivo milenario

     Fuente Álamo es otra de las localidades pertenecientes a la comarca del Campo de Cartagena. Con una población de unos 18.000 habitantes, el viajero se encontrará con un pueblo del interior cuyo desarrollo se sustenta en la actividad agrícola, ganadera e industrial. Entre sus lugares de interés, cabe resaltar la Iglesia Parroquial de San Agustín, donde se encuentra el patrón de la localidad, de estilo barroco, que se comenzó a construir en el siglo XVI y es, por tanto, una de las más antiguas de la Región que siguen en activo. Otro lugar religioso de gran relevancia, es la Ermita de San Roque, que nunca llegó a cumplir su función como espacio de culto puesto que, la necesidad, obligó a convertirla en una casa hospital para personas enfermas y desamparadas. Tras ser saqueada en la Guerra Civil, fue restaurada en 2021 y convertida en un espacio cultural, donde se realizan exposiciones y conciertos.

    El Aljibón de Corverica, por su parte, es el aljibe más grande del sureste español y la Región con sus 5 metros de profundidad y 6 de radio. Datado en el siglo XIX, la leyenda popular cuenta que se derrumbó varias ocasiones durante la construcción debido a sus grandes dimensiones, hasta que un día tres hermanos del pueblo (Ramón, Antonio y Paco Múñoz), maestros alarifes de profesión, rellenaron el vaso con toneladas de paja para sustentar la bóveda.

    Uno de los mayores atractivos turísticos de la zona es el campo de La Pinilla donde se encuentra un olivo milenario. Según los expertos, sus orígenes parecen datar del siglo XV, lo que le convierte automáticamente en uno de los tres olivos más antiguos de la Región de Murcia. En su época de mayor esplendor, llegó a medir hasta 15 metros de altura y dar 1.200 kilos de olivas.

    Fuente Álamo, además, se halla ubicado en la Sierra de Carrascoy, la Sierra de Los Gómez, la Sierra de las Victorias y la Sierra del Algarrobo. El punto más alto del municipio es el Pico de los Filos con 1062 metros de altura, al que se puede acceder realizando una ruta de senderismo. En general, toda la zona es idónea para recorrerla a pie y descubrir su naturaleza.

    • Los Alcázares, historia y arte urbano

    A orillas del Mar Menor, los visitantes podrán disfrutar del municipio de Los Alcázares, idóneo para la práctica de diversos deportes acuáticos, así como para descubrir una parte de la historia ligada a la laguna salada que inspiró y sirvió de lugar de tránsito a fenicios, griegos, cartagineses, romanos y a los piratas berberiscos, quienes dejaron su impronta.

    Las Balsas Romanas de Los Diegos, halladas en 1990 en el cruce de la avenida de Europa con la avenida Radio Baliza Oscar, revelan que existió un asentamiento romano en Los Narejos desde el siglo II a.C al siglo III a.C. Los arqueólogos creen que son los restos de un complejo hidráulico dedicado a labores de índole artesanal-industrial (almacenamiento de agua para labores agrícolas, tratamiento de esparto, salazones, etc), que se pudo haber dispuesto dentro de la villa. Pueden visitarse sin necesidad de adquirir ninguna entrada porque se encuentran al aire libre.

    El Balneario de La Encarnación, que aún sigue abierto a día de hoy, es uno de los principales atractivos turísticos de Los Alcázares. Construido en 1904 y ubicado junto al mar, aún conserva su arquitectura original de mampostería, continúan el legado que iniciaron los romanos y los árabes que disfrutaban de las propiedades saludables de las aguas termales del Mar Menor. Aprovechando el incremento de residencias veraniegas burguesas y el auge de la actividad comercial y pesquera, Alfonso Carrión Belmonte decidió erigir el balneario para servir como alojamiento y lugar de disfrute a la población y los viajeros. En la actualidad, los turistas pueden disfrutar de sus servicios, así como disfrutar de su arquitectura de forma gratuita.

    El Paseo de Los Alcázares discurre por la orilla del Mar Menor. FOTO: Q77photo

    A pesar de no poder visitarse por centro, merece la pena conocer la Torre del Rame porque es una de las pocas fortalezas de origen árabe que siguen en pie y formaban parte del sistema de vigía de la costa del Mar Menor, que los castellanos usaron durante el repoblamiento para prevenir las incursiones piratas por el litoral mediterráneo. De hecho, una de las fiestas más populares de Los Alcázares, son las Incursiones Berberiscas que rememoran esa época de los siglos XVI y XVII, en los que los piratas atemorizaban a la población con sus frecuentes razzias para tomar esclavos y saquear las poblaciones locales.

    Si el visitante es un amante de la Edad Media, no puede irse de Los Alcázares sin conocer el Yacimiento Rey Lobo, donde una intervención arqueológica confirmó la presencia de una villa romana junto al Hotel Balneario La Encarnación, al encontrarse fragmentos de molduras de yeso han catalogado de origen pictórico, de la época Flavia. El resultado de las catas atestigua la existencia de un palacete romano y ha alimentado la teoría de que el rey musulmán Muhammad ibn Sa’d ibn Mardánish (1147-1172), conocido como ‘Rey Lobo’, monarca de la taifa Mursiyya (Murcia) hasta su muerte, podría haber utilizado parte de una villa romana para construir su alcázar frente al Mar Menor.

    El Museo Aeronáutico Municipal, junto al Aeródromo de Los Alcázares de 1915 (que fue la primera base de hidroaviones en España), exhibe maquetas de aviones, cascos, armas, hélices, fotografías aéreas, garitas de vigilancia, cañones antiaéreos y otros objetos relacionados con este mundo que permiten al visitante hacerse una idea de lo que supuso la Base Aérea de Los Alcázares en la historia aeronáutica militar española, sobre todo, durante la Guerra Civil, cuando se convirtió en una de las más importantes del país. En 1921 se estableció la Escuela de Combate y Bombardeo Antiaéreos y en ella, se formaron los pilotos de caza y bombardeeros, artilleros y observadores aéreos siguiendo un sistema de enseñanza, novedoso en la época, que consistía en compaginar clases teóricas y prácticas junto a aviadores destacados como Emilio Herrera, Mariano Barberán, Warleta de la Quintana, Arias Salgado y de Cubas, etc. Esta base contó con aviadores icónicos como el Infante Don Alfonso de Orleans y Borbón, primer piloto militar español; y Alfredo Kindelán, pionero de la aeronáutica militar, entre otros. El museo abre en invierno de lunes a viernes de 09.00 a 14.00 horas, y en verano, de lunes a viernes, de 10.00 a 13.00 horas. La entrada es gratuita.

    Por último, antes de abandonar Los Alcázares, el valiente explorador debe pasear por sus calles en busca de las decenas de murales que adornan las paredes de los edificios. De hecho, es tal la cantidad, que muchos consideran a este municipio ribereño, hogar de la famosa Compañía de Mario, un museo al aire libre de arte urbano al dar cobijo a más de 160 obras. El sueño de Turing, de Karim (Hamgeo), Isaac García (Unoaisaac), José Luis Escudero (Goyo 203), Willy Arenas (Dr.Love) y Jesús Lorente Andrade (La Sombra), fue nominado a Mejor Grafiti del mundo este año.

    Qué ver en la Comarca del Mar Menor

    • San Javier, ciudad del aire

     Si la localidad anterior era conocida por sus Incursiones Berberiscas, San Javier lo es por ser el hogar de eventos tan conocidos en la Región como el Festival Internacional de Jazz de San Javier y el Festival Internacional de Teatro, Música y Danza de San Javier;  y la Patrulla Águila. A San Javier pertenece, además, la zona norte de La Manga y varias de las islas volcánicas del Mar Menor. La isla Mayor o del Barón, que es la más grande de toda la Región, con 93,8 hectáreas, cuenta con un bosque de palmitos único en Europa y está ocupada en su mayoría por un pequeño estratovolcán. En la cima de ese volcán se encuentra la casa privada del Barón de Benifayó, un palacio de estilo neomudéjar. En la actualidad, la isla forma parte del espacio denominado Espacios abiertos e islas del Mar Menor con la categoría de Parque natural y ZEPA (Zona de especial protección para las aves). ​El año pasado se abrió por primera vez a los visitantes.

    La isla Perdiguera también es volcánica y se halla en el centro del Mar Menor. Curiosamente, en su zona sureste se escinde en una península a la que se denomina Isla Esparteña, debido a que en ella abunda el esparto. La Perdiguera es la segunda isla más grande de la laguna, así como la más visitada. Antes contaba con varios edificios que a día de hoy están en ruinas después de su desmantelamiento para preservarla. A partir de junio y hasta diciembre, el Ayuntamiento de San Javier pone a disposición de los viajeros servicios regulares de barcos para conocerla. También forma parte de los Espacios abiertos e islas del Mar Menor.

    Isla de la Perdiguera e Isla del Báron en el Mar Menor. FOTO:

    En el mar Mediterráneo, San Javier cuenta también con la isla Grosa, que destaca por su riqueza ornitológica y por poseer la tercera colonia más grande del mundo de la gaviota de Audouin. En sus fondos, además, se descubrieron numerosos pecios de origen fenicio y romano, que pueden visitarse actualmente en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena. Este enclave natural, junto al islote del Farallón, están protegidas dentro de los denominados islas e islotes del Litoral Mediterráneo, con la categoría de parque natural, Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

    La Iglesia Parroquial de San Francisco Javier y su museo son fáciles de encontrar porque están en el centro neurálgico del municipio, la plaza de España. El templo, construido entre los siglos XVII y XVIII, alberga en su interior una amplia colección de esculturas, retablos y objetos del ajuar litúrgico; y posee una talla de estilo barroco del escultor murciano Antonio Carrión Valverde. La iglesia puede visitarse gratuitamente. El museo abre de martes a sábado, de 10.30 a 13.30 horas.

    El Museo de historia local de San Javier se halla ubicado en la antigua casa-cuartel de la Guerra Civil, en la carretera a Cartagena. Es un edificio de dos plantas que alberga una serie de salas, repletas de objetos donados por los ciudadanos, que recorren la realidad socioeconómica del municipio, a través de la agricultura, la pesca, la vida cotidiana, la aviación, la cultura, la arqueología y la pintura. El horario de apertura es de lunes a sábado de 09.30 a 13.00 horas y de 16.00 a 18.30 horas. La entrada es gratuita.

    El Museo Aeronáutico Tiflológico (MΛT) está situado a lo largo del paseo Colón de Santiago de la Ribera. Se trata de un espacio al aire libre, accesible y adaptado a todo tipo de público, en el que el visitante descubrirá la relación de San Javier con la aviación, a través de 14 maquetas de los aviones más característicos de la base, de varios bancos que reproducen los colores y escarpelas de dichos aviones, de un photocall, de los paneles informativos y de los códigos QR. La relación del municipio con la aeronáutica se remonta a 1920 cuando la Armada Española construyó su primera base aeronaval en Santiago de la Ribera como centro principal de la Aeronáutica Naval Española. En julio de 1943 se creó la Academia General del Aire, que sigue operativa en la actualidad, donde se forman los pilotos del ejército.

    • San Pedro del Pinatar, paraíso salado

     San Pedro del Pinatar, ubicado en la frontera con la Comunidad Valenciana, es un municipio de amplia tradición pesquera y salinera, gracias a su cercanía con el Mar Menor, el Mar Mediterráneo y con las Salinas a las que da nombre, que merece la pena conocer.

    El Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar es un humedal de gran importancia ornitológica por ser el lugar de nidificación y descanso de numerosas aves como el flamenco, la avoceta, la cigüeñuela, el zampullín cuellinegro, el cormorán grande, el correlimos, las golondrinas de mar como el charrán y charrancito. En este espacio protegido abundan también otras especies como la lagartija colirroja, el escarabajo Pimelia sp, el pez fartet, varias especies de murciélagos y de crustáceos pequeños como el Artemia sp.

    El humedal, que tiene una extensión de 856 hectáreas, entre las que incluyen 6 kilómetros de costa mediterránea, se distingue también por su gran variedad de ambientes, por su posición geográfica y por sus condiciones ambientales especiales. La vegetación es muy variada y se ha adaptado tanto a las dunas como a las charcas salineras. Algunas de las especies que pueden contemplarse si se decide recorrerlo a pie o en bicicleta son los tarays, las salicornias, almarjos y juncos en los saladares; el pino carrasco, la sabina de las dunas, el lentisco y el espino negro en las zonas dunares más alejadas del mar; y el cuernecillo, el lirio, el cardo y la oruga de mar en las áreas más cercanas a la playa; y los restos de la planta marina Posidonia oceánica en la playa. En el parque regional se conservan, además, las encañizadas, un sistema de pesca tradicional que trajeron los árabes a la península, que consiste en atrapar a los peces con ayuda de un laberinto de cañas y redes. Para saber más de las maravillas de este enclave natural, el viajero puede acudir al Centro de Visitantes de Las Salinas, que abre de martes a jueves en horario de mañana (de 09.00 a 14.00 horas en invierno y de 09.00 a 15.00 horas en verano) y de tarde (de 15.00 a 17.30 horas en invierno y de 16.00 a 19.30 horas en verano). El horario de los domingos y festivos es de 09.00 a 15.00 horas.

    El Palacio del Barón de Benifayó o Casa de la Rusa de estilo mudéjar, perteneció a Julio Falcó d’Adda, Barón de Benifayó, quien encargó su construcción (que terminó en 1892) y lo habitó hasta su muerte en 1899. La obra corrió a cargo del arquitecto Lorenzo Álvarez Capra y es una copia del pabellón de España de la Exposición Universal de Viena de 1873.  Su nombre coloquial, la Casa de la Rusa, se debe a que estuvo habitada durante un tiempo por una señora de dicha nacionalidad. Originalmente disponía de unos extensos terrenos ajardinados que fueron cedidos por su última propietaria, la Condesa de Campo Hermoso y Villar de Felices al municipio, que los transformaría en el parque adyacente, a finales del siglo XX.

    El interior del Palacio del Barón de Benifayó da cobijo al Museo Municipal de San Pedro del Pinatar. El museo brinda al visitante la oportunidad de conocer los principales hallazgos arqueológicos del lugar a través de varias piezas encontradas en el yacimiento de La Raya y en en las áreas submarinas de Punta de Algas, San Ferreol, La Barra y El Mojón. Posee, también, una colección de fósiles y materiales de culturas prehistóricas del sureste, una sala etnográfica dedicada a la burguesía que se asentó en San Pedro a finales del siglo XIX y a las gentes del lugar que facilitaron el desarrollo del mismo; una muestra de más 300 juguetes antiguos; y una serie de objetos antiguos pertenecientes al mundo cinematográfico. El horario es de martes a sábados por la mañana, de 10.00 a 14.00 horas; y por las tardes, los martes y jueves, de 17.00 a 19.00 horas.

    La Colección Museo del Mar está en el centro del municipio, concretamente, en la primera planta del Edificio Hogar del Pescador, en la calle Lorenzo Morales. La muestra recoge una amplia variedad de caracolas marinas, dentaduras de peces, caparazones de moluscos, maquetas de artes de pesca típicas del Mar Menor, nudos marineros, mapas cartográficos y otros objetos relacionados con la pesca. El museo es gratuito y puede visitarse de martes a sábado, de 10.00 a 13.00 horas.

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