El sector agroalimentario español presenta «un marcado tono expansivo» en 2025 y consolida la senda de crecimiento iniciada a mediados de 2023, tal como recoge el Informe Sectorial Agroalimentario de CaixaBank Research.
A este crecimiento sostenido, tanto en la producción como en las exportaciones, contribuyen factores como la contención de los costes de producción, la mejora de la meteorología y el repunte de la demanda.
Otra de las conclusiones del estudio es que la industria agroalimentaria también muestra una tendencia «muy favorable» por la reactivación de la producción y el dinamismo de su mercado laboral, aunque persisten retos como los fenómenos extremos asociados al cambio climático y «el creciente proteccionismo comercial».
Sin recuperar los registros prepandemia
A pesar de los registros expuestos, el mayor dinamismo del conjunto de la economía española conlleva que el peso del sector primario «todavía no haya recuperado los registros prepandemia».
Al respecto, el análisis sostiene que su peso permanece en torno al 2,7% de la economía española, cuando en el periodo prepandemia se situaba en torno al 3%.
Por otra parte, la recuperación de la producción agraria también se refleja en una mejora de la producción de la industria de alimentación, que creció un 1,4% interanual en el primer semestre de 2025, un registro «muy positivo» que se encuentra ya alrededor de los niveles prepandemia, según CaixaBank Research.
En este contexto de recuperación, pero también de grandes retos, las exportaciones agroalimentarias mantienen un «notable dinamismo». Así en el primer semestre de 2025, crecen un 5% en volumen y un 5,6% en valor, superando el crecimiento del conjunto de bienes exportados.
España se posiciona como la cuarta potencia exportadora agroalimentaria de la Unión Europea y la octava a nivel mundial, con una cuota del 3,4%.