La balanza por cuenta corriente de la eurozona registró el pasado mes de julio un superávit de 28.000 millones de euros, lo que se traduce en un 22,2% menos que en junio.
El Banco Central Europeo (BCE) reconoce que estas cifras reflejan un superávit en bienes de 25.000 millones de euros, en el caso de los servicios alcanza un volumen de 12.000 millones de euros y en cuanto a las rentas primarias el dinero acumulado supera los 7.000 millones de euros. Pese a estos buenos datos, la zona euro tuvo un déficit en rentas secundarias de 16.000 millones de euros.
Si nos fijamos en el saldo acumulado anual de la balanza por cuenta corriente en los últimos doce meses hasta julio tuvo un superávit de 315.000 millones de euros, que supone un 2% del producto interior bruto (PIB) y comparado con el superávit de 394.000 millones de euros un año antes (2,6% del PIB).
Entre los datos más significativos, los residentes de la zona euro realizaron adquisiciones netas por un importe de 807.000 millones de euros en valores de inversión de cartera extranjeros en julio y en el caso de los no residentes dichas inversiones fueron de 741.000 millones de euros.