El Parlamento Europeo ha aprobado una reforma de simplificación de la Política Agrícola Común (PAC) orientada a reducir la carga administrativa para los agricultores y a reforzar el apoyo económico a las pequeñas explotaciones agrarias. La iniciativa salió adelante con 629 votos a favor, 17 en contra y 16 abstenciones, y deberá ser ratificada formalmente por el Consejo para su entrada en vigor.
Las nuevas reglas introducen menos controles administrativos, mayor flexibilidad en determinados requisitos medioambientales y un incremento de las ayudas directas, con el objetivo de mejorar la previsibilidad de los pagos y reducir costes de cumplimiento para los productores.
Entre las principales modificaciones, las pequeñas explotaciones podrán percibir hasta 3.000 euros anuales en ayudas directas, una cifra superior a la prevista inicialmente. Además, se crea un pago único de hasta 75.000 euros destinado a facilitar el desarrollo económico y la modernización de estas explotaciones.
La reforma también ajusta las exigencias ambientales. A partir de 2026, las tierras agrícolas mantendrán su condición de cultivo aunque no hayan sido aradas o resembradas, una medida orientada a preservar la biodiversidad y limitar costes adicionales. Asimismo, las explotaciones ecológicas cumplirán automáticamente los requisitos medioambientales en las parcelas certificadas o en proceso de conversión.
En materia de control, las nuevas normas limitan a una sola inspección oficial anual los controles sobre el terreno, con el fin de evitar visitas reiteradas de la administración. Según el eurodiputado André Rodrigues, ponente del Parlamento, «los agricultores necesitan normas claras, menos burocracia y saber qué pagos van a recibir», y la reforma demuestra que es posible simplificar la PAC «sin debilitar las protecciones medioambientales y sociales».
