ENERGENIUS, un innovador proyecto de transición energética, toma forma desde el barrio de Joven Futura en Murcia. Coordinado por la empresa local MIWenergía, este ambicioso proyecto cuenta con el respaldo del programa Horizonte Europa y un presupuesto de cuatro millones de euros. Su objetivo principal es mejorar la eficiencia energética en edificios residenciales y comerciales a través de soluciones tecnológicas avanzadas que combinan Internet de las Cosas (IoT), inteligencia artificial y una fuerte participación ciudadana.
El proyecto planea desplegar sus soluciones en 10 países europeos, con especial foco en la creación de un ecosistema integral para optimizar el consumo energético. Entre las tecnologías desarrolladas se incluye una aplicación que crea gemelos digitales de las viviendas, permitiendo un análisis detallado de la eficiencia energética de cada inmueble. Además, se empleará inteligencia artificial para ofrecer recomendaciones personalizadas que ayuden a reducir el consumo de energía, promoviendo hábitos más sostenibles y conscientes.
El barrio de Joven Futura en Murcia ha sido elegido como el punto de partida para el piloto español de ENERGENIUS. En este proyecto se integrarán tecnologías como dispositivos IoT y sistemas de autoconsumo colectivo en 15 viviendas, donde se probarán soluciones como el ECO-Pulse, un reloj inteligente que monitorea la salud de los usuarios e integra esos datos en el sistema energético. Esta fase piloto permitirá no solo evaluar la eficacia de las tecnologías, sino también recopilar información clave sobre el consumo de energía, agua y otros aspectos relacionados con la sostenibilidad.
Los habitantes de estas viviendas jugarán un papel esencial, ya que su participación activa permitirá mejorar las herramientas y ajustarlas a las necesidades reales de los usuarios. Se espera que ENERGENIUS tenga un impacto significativo, con un ahorro de energía superior al 30%, además de un aumento en la eficacia de las medidas de ahorro energético gracias a la inteligencia artificial. A largo plazo, este proyecto tiene el potencial de transformar la forma en que Europa gestiona el consumo energético, impulsando un cambio cultural hacia un uso más racional y sostenible de la energía, en línea con los objetivos climáticos de la Unión Europea.