La agencia global de calificación crediticia, DBRS Morningstar, señala que España “necesita aprobar un presupuesto tarde o temprano” para responder a las crecientes presiones de gasto en vivienda, energía, defensa y al envejecimiento poblacional, pese a que las finanzas públicas han avanzado sin nuevas cuentas desde la prórroga del Presupuesto de 2023. La agencia mantiene la calificación en A (high) con perspectiva estable.
La firma destacó que el país sigue una senda de consolidación fiscal apoyada en el fuerte crecimiento económico de los últimos años y en la retirada de medidas excepcionales vinculadas a la pandemia. El déficit ha convergido hacia el 3% del PIB, similar a la media del área del euro, y la balanza primaria se prevé en superávit. Según datos citados por la agencia, si se cumplen las previsiones de la Comisión Europea, la economía española será un 10,2% mayor en 2025 respecto a 2019, frente al 6,1% del conjunto del euro.
El incremento de ingresos explica parte de esta evolución. Entre 2019 y 2024, el PIB nominal aumentó un 27% mientras que los ingresos del Estado crecieron un 47%, apoyados en mayores recaudaciones de IRPF y Sociedades. DBRS matizó que esta combinación favorable no se mantendrá indefinidamente y que un presupuesto formal es necesario para afrontar los desafíos estructurales.
La agencia mencionó un déficit de unas 700.000 viviendas, una cifra estimada por el Banco de España, que requerirá más inversión en oferta residencial. También apuntó a las necesidades de refuerzo del sistema eléctrico tras el apagón nacional del 28 de abril y al compromiso de elevar el gasto en defensa del 1,3% del PIB en 2024 al 2,1% en 2025, cuya financiación futura no está totalmente definida.
A más largo plazo, el envejecimiento ejercerá presión sobre pensiones, sanidad y cuidados de larga duración. A ello se suma que la deuda pública se mantiene en torno al 100% del PIB, lo que podría limitar la capacidad de reacción ante shocks en un escenario de desaceleración económica y bloqueo político.
DBRS espera que el crecimiento económico pase del 3,5% en 2024 a tasas próximas al 2% en los siguientes ejercicios. La agencia añadió que la ausencia prolongada de Presupuestos contiene el gasto en el corto plazo pero refleja una fragmentación política que, si se prolonga, puede afectar al potencial de crecimiento y a las perspectivas fiscales.