Las cuentas de la Seguridad Social registraron un superávit de 3.100,9 millones de euros al cierre de julio, lo que supone un 35% menos que los 4.773,8 millones del mismo periodo del año pasado, en un contexto de incremento de los ingresos por cotizaciones sociales.
Según los datos facilitados este miércoles por el Ministerio de Inclusión, esta cifra es la diferencia entre unos ingresos, derechos reconocidos por operaciones no financieras, de 130.577,3 millones de euros, que crecen un 5,9%, y unos gastos, obligaciones reconocidas, de 127.476,4 millones, que suben un 7,5% interanual.
El saldo positivo registrado es equivalente al 0,2% del PIB.
Al detalle, los ingresos por cotizaciones a la Seguridad Social subieron el 7,5% interanual en los primeros siete meses del año, hasta los 95.660 millones, de los que los generados por el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), en vigor desde el 1 de enero de 2023, ascendieron a 2.122 millones de euros (45 % más que hace un año).
Este comportamiento, destaca la Seguridad Social, viene impulsado por la evolución de las cotizaciones de ocupados en un mercado laboral en máximos y que experimentan un incremento interanual del 7,8%, hasta alcanzar los 90.242 millones.
Junto a esto, las transferencias recibidas por la Seguridad Social ascienden a 33.602 millones de euros, con un aumento interanual del 3,9%.
Por el lado del gasto, las prestaciones económicas a familias e instituciones alcanzaron 119.854 millones, un 8,2% más que en el mismo periodo de 2023. La mayor partida, 110.017 millones, corresponde a pensiones y prestaciones contributivas, con un aumento de un 8,1%.