El Plan de Inspección de Consumo 2025 en la Región de Murcia, publicado recientemente en el Boletín Oficial de la Región (BORM), prevé realizar 20.000 inspecciones para controlar más de 250.000 unidades de productos de diferentes sectores. Este plan contempla un aumento cercano al 34% en el número de actuaciones respecto al año anterior, con 39 campañas programadas por la Consejería de Empresa, Empleo y Economía Social, a través de la Dirección General de Consumo.
La consejera Marisa López Aragón explica que la nueva planificación ha sido diseñada tras analizar los resultados, incidencias e incumplimientos detectados en campañas anteriores, así como las quejas y reclamaciones recibidas en 2024. Las campañas se centrarán en sectores clave como alimentos, productos industriales y juguetes, y servicios, con un enfoque especial en el control de la seguridad y calidad de los productos.
El plan de 2025 se desglosa en 21 campañas dedicadas a los alimentos, incluyendo productos como aceite de oliva, pan, galletas, café, cerveza, vino y productos ecológicos. Además, se incluirán campañas centradas en productos industriales, como braseros y juguetes, y productos de limpieza. Un aspecto destacado es la participación de la Región de Murcia en una campaña europea, que se centrará en la vigilancia de productos tecnológicos cuyo uso pueda generar adicción.
López Aragón ha destacado que el objetivo del Gobierno regional es garantizar la seguridad, la salud y los derechos de los consumidores, mediante un control eficaz del mercado y asegurando que los operadores económicos cumplan con la normativa legal. Además, la consejera subraya el esfuerzo realizado por la Dirección General de Consumo, con 11 campañas adicionales en comparación con el año anterior.
Cuando se detectan irregularidades que puedan comprometer la seguridad de los consumidores, los productos afectados se incluyen en la Red de Alerta de Productos de Consumo, un sistema de intercambio rápido de información a nivel europeo que permite la inmovilización o destrucción de productos inseguros.
El balance de las actuaciones de 2024 muestra un esfuerzo considerable en la inspección de productos, con un total de 343.950 unidades controladas, mucho más que las 150.000 unidades previstas inicialmente. Los inspectores destruyeron 2.342 unidades por representar un grave riesgo para la seguridad y la salud, mientras que 303.738 unidades fueron reetiquetadas por defectos en el etiquetado. A su vez, 21.340 unidades no cumplían con la normativa y fueron retiradas de la venta.
El número de denuncias recibidas por la Inspección de Consumo disminuyó en 2024, con un total de 856 denuncias, lo que indica una mejora en el cumplimiento de la normativa por parte de los operadores económicos. Este descenso en las quejas refleja el trabajo de los inspectores y el buen comportamiento de los empresarios, lo que asegura la protección de los derechos de los consumidores.
En cuanto a los expedientes sancionadores, se abrieron 35 casos en 2024, con liquidaciones por un total de 69.653 euros, y los consumidores pudieron recuperar 12.387 euros a través de las actuaciones de Inspección de Consumo.
