China ha respondido a la Unión Europea con una investigación contra el sector de la carne de cerdo, en respuesta a los aranceles anunciados por la Comisión Europea la semana pasada a los coches eléctricos fabricados en su país.
El Ministerio de Comercio de la República Popular China, a instancias de la Asociación de Ganadería de China, ha anunciado la apertura de una investigación ‘antidumping’ respecto de las importaciones de carne de cerdo y subproductos porcinos relevantes con origen en la Unión Europea.
En un comunicado, el Ministerio chino ha confirmado el inicio a partir de este lunes de su investigación, después de evaluar las pruebas aportadas por el solicitante. La investigación de Pekín «normalmente debería finalizar antes del 17 de junio de 2025», aunque podrá ampliarse 6 meses en circunstancias especiales.
En concreto, las autoridades chinas han indicado que el período de investigación por ‘dumping’ abarca del 1 de enero de 2023 al 31 de diciembre de 2023, mientras que el período de investigación de daño a la industria corresponde al intervalo comprendido entre el 1 de enero de 2020 al 31 de diciembre de 2023.
Planas confía en el «entendimiento»
Conocida la postura por parte del país asiático, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha criticado este lunes la posición de China que afecta, especialmente, a España, el principal exportador de este producto al gigante asiático dentro de la Unión Europea. Ha asegurando que todavía queda por delante «margen para el entendimiento».
«La competencia comercial es de la Unión Europea, pero nuestro deber es solventar este problema», ha asegurado Planas, añadiendo que, durante los últimos años, se ha reducido la facturación en los intercambios comerciales entre los productores españoles y el gigante asiático.
Según datos de la patronal del sector, Interporc, España exportó el pasado año más de 560.000 toneladas de porcino a China por valor de más de 1.200 millones de euros, esto son uno de cada cinco kilogramos de carne de cerdo que exporta el país. Casi el 21% de las importaciones de cerdo totales de China proceden de España, por encima del volumen que compra a Estados Unidos, Brasil, Países Bajos y Canadá.
«Las guerras comerciales no son buenas con nadie y en el sector agroalimentario hay que evitarlas», ha comentado el ministro mientras quitaba hierro a la apertura de la investigación china alegando que «todavía no son medidas punitivas».
Preocupación del sector por las represalias
Por su parte, desde el sector se mantienen a la espera de las posibles represalias comerciales que pueda tomar China por la propuesta de la Comisión Europea de imponer aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos producidos en China.
«Siempre tengo una esperanza, y la esperanza es que China es un país muy grande, China necesita mucha alimentación, y yo espero que las consecuencias las paguen otros, pero no el sector agroalimentario. Por lo menos eso es en lo que confío», ha manifestado Pedro Barato, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja).
Barato ha mostrado una «preocupación importante» al respecto, «porque en la balanza comercial en estos últimos años, el porcino es el número uno, el aceite de oliva estaba haciendo ya sus pinitos en China, el vino también tenía un mercado importante y la preocupación está ahí, porque además los chinos cuando dicen una cosa la cumplen. Lo único que han dicho es que están estudiando todavía, pero hay preocupación importante», ha apuntado.
Asimismo, fuentes del sector admiten a Europa Press que lidiar con los estándares sanitarios de China «no es sencillo», aunque han puesto en valor que España «siempre ha sido un excelente productor que ha cumplido con todo lo que le han pedido».
La UE vigilará el cumplimiento de las reglas de la OMC
La Comisión Europea también ha señalado que sigue con mucha atención la investigación sobre el sector del porcino europeo que ha anunciado China en represalia por los aranceles de la UE a su coche eléctrico y ha dejado claro que intervendrá si el proceso no cumple con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
«Seguiremos con atención el proceso, en cooperación con los Estados miembro y con la industria europea, e intervendremos si es necesario» para garantizar que respetan los límites de la OMC, ha indicado en una rueda de prensa en Bruselas el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, quien ha subrayado que la Unión Europea ha actuado siempre dentro del marco multilateral de comercio.
Bruselas anunció la pasada semana que impondrá a partir del próximo 4 de julio aranceles de hasta el 38,1% al automóvil de batería eléctrica importado desde China al considerar que el sector disfruta de una desventaja desleal por los subsidios de Pekín. El Ejecutivo comunitario ha ofrecido a las autoridades chinas buscar una solución dialogada a la disputa antes de que entren en vigor los aranceles.
A este respecto, Gill ha defendido que las investigaciones de los servicios comunitarios «se basan en hechos» y, en el caso del coche eléctrico, las pesquisas han permitido reunir «suficientes pruebas» para actuar y el proceso, ha dicho el portavoz, ha permitido a las empresas chinas y al país participar en el proceso.
«Intervendremos si es necesario para garantizar que se aplican todas las reglas», ha reiterado el portavoz, para después recalcar que tanto la Unión Europea como China son miembros comprometidos con las reglas de la OMC.