Encabezados por su presidente, Onofre Domingo Egea, la asociación adscrita a la Federación Regional de Empresarios del Metal de Murcia (FREMM) trasladó a los representantes ministeriales, José Antonio Delgado-Echagüe y Jorge Jimeno, la necesidad de crear un reglamento que intensifique la seguridad en la instalación y mantenimiento de las puertas automáticas. Todo ello en sintonía con la Federación Nacional de Fabricantes, Instaladores y Mantenedores de Puertas Automáticas (FIMPA), que organizó el encuentro de la mano de su presidente, Javier Pérez.
Dos de los siete representantes de los empresarios que se reunieron con el Ministerio de Industria y Turismo para avanzar en la seguridad de las puertas automáticas lo hicieron en nombre de la Asociación de Fabricantes e Instaladores de la Región de Murcia (AFIPA).
Asimismo, FIMPA, a la que también está asociada AFIPA Murcia, defendió la necesidad de incorporar un reglamento más específico para el sector de puertas y automatismos que facilite la vigilancia del mercado y la inspección por parte de las OCAS, al igual que tienen otros sectores del ámbito residencial. Normativa que, según Industria, es una competencia autonómica.
En este sentido, los miembros de AFIPA Murcia advirtieron también que el sector se enfrenta a un paquete de regulaciones europeas de gran exigencia con una escasez de medios de control por parte de las comunidades autónomas.
Es por ello que el propio Ministerio recordó, además, que el nuevo Reglamento de Productos de Construcción será más exigente con los fabricantes pequeños y microempresas, en la medida en que requerirá no solamente un ensayo, sino una certificación del sistema completo de una empresa notificada. Y, ante el planteamiento de la dificultad de legalizar las puertas automáticas, desde FIMPA se propuso comenzar con las nuevas.
Desde el Ministerio de Industria, por otra parte, se puso sobre la mesa la posibilidad de elaborar una guía donde se describan los dispositivos de seguridad que son obligatorios para cada tipo de puerta, respaldado por el Ministerio. Una guía que, con la colaboración de FIMPA en su redacción, sería compartida y difundida entre los consumidores finales, comunidades de propietarios, administradores de fincas, arquitectos, aparejadores, etc.
Por su parte, la delegación empresarial propuso también poner en marcha una marca de calidad voluntaria basada en informes certificados. El Ministerio de Industria se mostró favorable, siempre que el verificador siga el control de la Entidad Nacional de Acreditación para avanzar en esa línea.