La Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios de España (Apei) reclama facilidades normativas y mayor seguridad jurídica para que los propietarios de viviendas vacías puedan incorporarlas al mercado del alquiler, una medida que considera la vía más rápida para aliviar la actual escasez de vivienda, según explicó a EFE su presidente, Óscar Martínez.
Desde la asociación sostienen que la oferta existente podría ampliarse a corto plazo si se redujeran las barreras legales que afrontan los arrendadores. Martínez subraya que promover nueva vivienda requiere plazos largos y elevados costes, mientras que existe un parque de más de tres millones de viviendas vacías en España, muchas destinadas a segundo uso, que podrían activarse si cambian las condiciones.
La Apei, que agrupa a 1.200 empresas inmobiliarias con profesionales de más de cuatro años de experiencia, señala que la normativa actual desincentiva a los propietarios, especialmente a los pequeños arrendadores, que representan más del 90% del mercado del alquiler. Entre los factores que frenan la oferta citan los gastos asociados, los procesos de desahucio, la ocupación ilegal y los retrasos judiciales.
Martínez advierte de que, en el contexto actual, muchos propietarios optan por no alquilar. A su juicio, “o se suprime todo el tema de la inseguridad jurídica existente y el tema de los okupas o esto no va a cambiar”, al considerar que los riesgos percibidos superan los beneficios del arrendamiento.
Escasez de vivienda y presión sobre los precios
El presidente de la Apei también apunta al incremento sostenido del precio de la vivienda, que en la última década se ha encarecido más de un 80% y que en 2025 podría superar el 12%, en un escenario de oferta insuficiente. En España se construyen en torno a 100.000 viviendas al año, una cifra que, según la asociación, no alcanza ni la mitad de las necesidades del mercado.
En el segmento del alquiler, la organización detecta una demanda elevada frente a una oferta cada vez más limitada, lo que está trasladando parte de esa presión hacia la compra de vivienda. A corto plazo, Martínez insiste en que reactivar las viviendas vacías sería clave también para atender la demanda de trabajadores extranjeros con dificultades para acceder a un piso.
Desde el sector inmobiliario destacan además el peso creciente de la vivienda de segunda mano, que concentra buena parte de la actividad y del aumento de precios. Apei considera que la falta de vivienda es un problema estructural cuya solución requiere la intervención coordinada de las administraciones, tanto en la gestión del suelo como en la regulación del alquiler y en iniciativas como la reconversión de locales en vivienda, siempre que cumplan los requisitos técnicos exigidos.
