El precio de los carburantes ha registrado bajadas muy modestas, del entorno del 4% en la gasolina y del 2% en el gasóleo, a lo largo de 2025, un año a punto de acabar que ha estado marcado por tensiones geoestratégicas entre Venezuela y EEUU, e Israel y Oriente Medio.
El precio de la gasolina se situó en 1,47 euros por litro en la semana del 15 de diciembre, según los últimos datos disponibles del boletín petrolero que elabora la UE a partir de los precios finales de gasolineras europeas, lo que supone una bajada del 4,3% respecto al arranque del año.
En el caso del gasóleo la rebaja es más modesta, ya que, el precio en esta recta final del año es de 1,421 euros por litro, un 2,27 % más barato que el inicio.
Así, llenar un depósito de 55 litros asciende a 80,85 euros en el caso de la gasolina con los últimos precios y de 78,16 euros con gasóleo; mientras que a comienzos de año costaba 84,48 y 79,97 euros, respectivamente.
Lejos quedan ya los máximos de junio de 2022 tras la invasión de Ucrania por Rusia, cuando aún con la aplicación del descuento de 20 céntimos por litro que impulsó el Gobierno, la gasolina llegó a venderse a 1,941 euros (un 32 % más cara que ahora).
La evolución del precio del petróleo
La caída del precio de los carburantes se produce en un momento en que el barril de Brent -de referencia en Europa- ha reducido su precio hasta los 61 dólares, tras un año marcado por las tensiones en Oriente Medio, entre EEUU y Venezuela, y las consecuencias de la invasión de Ucrania.
Ese escenario ha llevado el precio del crudo por encima de los 72 dólares en algunos momentos de 2025, que aún así está lejos de los más de 100 dólares a los que cotizaba en el verano de 2022 o de los más de 90 dólares de septiembre de 2023.
La incertidumbre se mantiene después de que EEUU anunciara hace días un bloqueo total de todos los petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela.
Por su parte, la alianza OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, ha decidido mantener su oferta de petróleo, que supone cerca de la mitad de la producción mundial, al menos hasta el 1 de abril de 2026, sin contar con eventuales aumentos pactados mes a mes por ocho de sus miembros.
«Los precios de la energía se encuentran actualmente bajos, tanto para el barril de petróleo como para el gas natural. En el caso del petróleo, esto se justifica por un mercado que está experimentando un exceso de oferta en este momento» explica François Rimeu, estratega senior de Crédit Mutuel Asset Management.
Un exceso de oferta, que según las últimas previsiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) y la Agencia Internacional de la Energía (AIE), debería mantenerse en 2026, según señala este mismo analista.
Sin embargo, otros expertos observan que esta tendencia del precio podría cambiar en 2026, tal y como señala Matthew Michael, analista de materias primas y deuda emergente de Schroders, que considera que tras año y medio arrastrando un tono bajista, durante el año que está a punto de comenzar los precios del petróleo y el gas pueden subir.
Michael considera que, de hecho, la situación puede derivar en un mercado petrolero «más equilibrado» en el que los precios se estabilicen en un rango de entre 60 y 70 dólares por barril.
