El 42% de las constructoras dedicadas a la edificación residencial y no residencial se encuentra en un nivel máximo o elevado de impago, lo que supone un ligero empeoramiento con respecto a los niveles de 2024, según Insight View, la plataforma de bases de datos de Iberinform.
De las primeras provincias del sector por tamaño, Baleares presenta el mayor deterioro del riesgo de crédito: el 61% de las constructoras de edificios del archipiélago (tres puntos más que hace un año) se encuentra en un nivel máximo o elevado de impago, seguida de Málaga (56%) y Madrid (47%). Por el contrario, los menores ratios se registran en la Región de Murcia (36%), Alicante y Sevilla (38%) y Barcelona (40%).
Respecto al reparto territorial, las constructoras de edificios residenciales y no residenciales se concentran en las provincias de Madrid (16%), Barcelona (11%), Baleares (7%), Alicante (6%), Valencia (6%), Málaga (4%) y Sevilla (3%).
Falta de mano cualificada
El desempeño del sector está marcado por la falta de mano de obra cualificada, las dificultades de acceso a la financiación, la pérdida de dinamismo de los visados de obra nueva y el impacto de las variaciones de precio de los materiales de construcción en los márgenes comerciales.
Además, los datos concluyen que el sector muestra una fuerte atomización, con un 97% del tejido compuesto por micro y pequeñas empresas, mientras que las grandes compañías apenas representan el 0,3% del total.
Por último, el 54% de las empresas del sector cuenta con menos de 10 años, siendo la antigüedad un factor relevante en el riesgo de crédito, ya que el 51% de las compañías que se encuentran en su primera década se encuentra en un nivel máximo o elevado de impago, un porcentaje que cae sensiblemente, hasta el 31% entre las que tienen de 11 a 25 años de vida y al 32% en las de más de 25.
