Los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz realizaron el pasado miércoles un paro de dos horas para reclamar la firma definitiva del nuevo convenio, con apoyo de San Fernando y Puerto Real, donde el respaldo al acuerdo superó el 80%.
Ese mismo día, en Navantia Ferrol, los trabajadores llevaron a cabo un “paro sorpresa” también de dos horas por el retraso en la rúbrica, que provocó retenciones en los accesos. Los sindicatos denunciaron la falta de explicaciones, exigieron la firma inmediata del convenio y advirtieron de que, sin avances, endurecerán las movilizaciones.
Sin embargo, el protagonismo sindical de la jornada estuvo en Cartagena, que se ha desmarcado de cualquier movilización. Miembros del comité de empresa del centro cartagenero aclararon que no convocarán paros ni protestas, incluso pese al retraso en la rúbrica del convenio. “Después de la desmovilización total del último año por parte del resto de comités no tiene ningún sentido hacer ahora ni paros ni movilizaciones, y menos para un convenio al que hemos votado que no”, señalan.
El centro cartagenero defiende que el bloqueo no depende de Navantia
El comité local subraya que no hay margen de presión interna porque la firma definitiva del convenio no depende de Navantia, sino del sector público estatal. “Tenemos claro que no está en la mano de RRHH firmar ahora; Navantia depende de las autorizaciones de la Dirección General de Costes y de la Comisión de Seguimiento de la Negociación Colectiva de las Empresas Públicas”, explican.
Durante las votaciones del pasado octubre, Cartagena fue el único centro del país donde ganó el ‘no’ al convenio, con un 60,7% de votos en contra. En su momento, las secciones sindicales locales, especialmente CCOO Cartagena, alertaron de que el acuerdo “no representa una oportunidad real de avance”, “crea inseguridad laboral” y “perpetúa un modelo opaco de gestión”. Aun así, el resto de centros avalaron el documento con amplias mayorías.
Cádiz exige la firma inmediata del acuerdo
Mientras Cartagena mantiene su distancia, en San Fernando el presidente del comité, Fernando Zazpe (CSIF), lamentó que hayan pasado “casi dos meses” sin plazos ni fechas concretas para aplicar las medidas del convenio. El acuerdo sigue pendiente de la firma de Navantia y de SEPI, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda.
Entre los contenidos que no podrán activarse hasta la rúbrica figuran el plus de responsabilidad, la revalorización del trabajo a turnos, las jornadas especiales, nuevas licencias y medidas de flexibilidad, entre otras modificaciones organizativas.
Aunque el texto está ratificado desde octubre, la validación final continúa a la espera de los trámites administrativos del sector público. Navantia asegura que el proceso “está en curso” y confía en que el convenio quede firmado “antes de fin de año”.