El precio de los contratos de compraventa de energía a largo plazo (PPA) para proyectos fotovoltaicos en España descendió un 1,5% en el tercer trimestre de 2025 respecto al trimestre anterior, situándose en 33,5 euros por megavatio hora (MWh), según el informe Índice de Precios de PPA en Europa de LevelTen Energy.
Con este nivel, España se mantiene entre los países con precios solares más bajos de Europa, solo superada por Portugal, donde el coste medio fue de 33,46 €/MWh. En el extremo opuesto, los precios más altos se registraron en Polonia (67,5 €/MWh), Francia (63,65 €/MWh) e Italia (63 €/MWh).
El informe atribuye la caída a la canibalización de los precios al mediodía provocada por la alta penetración de capacidad solar en el sistema eléctrico español. Según el documento, este fenómeno “merma las expectativas de ingresos de las nuevas instalaciones solares” y obliga a los desarrolladores a mantener precios reducidos “para adaptarse a la realidad del mercado”.
El estudio también destaca el avance de las instalaciones híbridas que combinan energía solar y almacenamiento en baterías, mientras que los productores solares sin almacenamiento intentan ofrecer precios más atractivos a los compradores. En toda Europa, los precios de los PPA solares descendieron por segundo trimestre consecutivo debido a la excesiva oferta y a la demanda más débil de nueva capacidad renovable, junto con el impacto de precios mayoristas bajos o negativos.
La eólica gana atractivo frente a la fotovoltaica
En contraste, los PPA eólicos muestran una mayor estabilidad. En España, el precio medio se situó en el tercer trimestre en 53 €/MWh, con un aumento del 1,9% respecto al trimestre anterior, aunque un descenso interanual del 4,5%. LevelTen Energy considera que la energía eólica ofrece actualmente “una alternativa potencialmente más deseable” frente a la fotovoltaica, en un contexto marcado por el exceso de oferta solar.
A nivel europeo, los precios eólicos permanecieron prácticamente estables, con una variación mínima del -0,1%, y el informe subraya una recuperación gradual del sector tras los años de dificultades derivados de la pandemia, la complejidad regulatoria y la oposición social a nuevos proyectos.