La Guardia Civil de la Región de Murcia ha llevado a cabo una investigación en Puerto Lumbreras que ha culminado con la investigación de los dos responsables de una empresa a los que se les ha instruido diligencias como presuntos autores de delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y delito de usurpación de aguas subterráneas.
Al parecer, los dos hombres sustrajeron más de 110.000 litros diarios de agua de forma ilegal de un pozo que, posteriormente, vendían a explotaciones porcinas, empresas y a particulares para el llenado de piscinas en viviendas. Para ello, utilizaban un pozo clandestino de una empresa de Puerto Lumbreras.
La operación ‘Zahorí’, tiene como finalidad la inspección y control de los aprovechamientos hídricos, con especial atención a las captaciones ilegales de aguas subterráneas. Durante la misma, los guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) constataron la sustracción de, al menos, 50 millones de litros de aguas subterráneas.
La Guardia Civil abrió la investigación a raíz de la presentación ante el Seprona de una denuncia firmada por 128 vecinos de la diputación lorquina de Zarzalico, en la que informaban de que, ante la falta de agua para uso ganadero en la zona, se estaban suministrando cubas de agua para abastecer a estas explotaciones ganaderas.
Tras la denuncia conjunta, los especialistas del Seprona de la Benemérita iniciaron entonces un dispositivo de vigilancia con la finalidad de verificar los hechos y detectar alguna actividad irregular, que dio sus frutos poco después, con la localización del punto de llenado de los camiones cisterna. Los guardias civiles continuaron con la investigación sobre estas pistas durante varios meses hasta que se pudo comprobar que las cisternas de los camiones se llenaban en una finca de Puerto Lumbreras.
Los guardias civiles localizaron el pozo de donde se extraía el agua, presuntamente, de forma ilegal. Los investigadores verificaron que el pozo no disponía de contador volumétrico, ni de ningún otro tipo de instrumento de medición por el cual se pudiera conocer la cantidad de litros extraídos.
Además, el pozo carecía de autorizaciones para su aprovechamiento y, tras las averiguaciones realizadas, se pudo documentar que la empresa responsable de los hechos, durante los últimos 18 meses, había extraído del pozo y vendido la cantidad de 56 millones de litros de agua, realizando un negocio en el cual había facturado, al menos, unos 275.000 euros, no pudiendo acotar temporalmente la realización de este aprovechamiento ilegal, aunque se estima que podría tratarse de varias décadas.
Una vez obtenidos todos los indicios necesarios, la Guardia Civil ha identificado y localizado a los dos responsables de la empresa y el pozo ilegal. Han resultado investigados y se les ha instruido diligencias como presuntos autores de delito contra los recursos naturales y medio ambiente y delito de usurpación de aguas subterráneas.