La inversión global en inteligencia artificial (IA) superó los 124.300 millones de dólares en 2024 (104.945.437,66 millones de €uros), consolidándose como la tecnología con mayor atracción de capital, según el informe Technology Trends Outlook 2025 de McKinsey & Company. La consultora destaca que este crecimiento viene acompañado por otras doce tendencias clave, entre ellas la energía sostenible, los semiconductores, la robótica y la movilidad avanzada.
En su análisis, McKinsey subraya que la IA agéntica, una nueva generación de sistemas capaces de aprender, planificar y actuar de forma autónoma, registró más de 1.100 millones de dólares en inversión de capital solo en 2024. Esta tecnología emergente ha sido identificada como la de mayor crecimiento por volumen de capital y por aumento de la demanda de talento: los puestos laborales vinculados crecieron un 985% interanual.
El informe muestra que solo el 1% de las organizaciones afirma haber integrado la IA plenamente en sus procesos, a pesar de que cerca del 80% ya la utiliza en alguna forma. McKinsey advierte que el despliegue a gran escala sigue siendo limitado, debido a los desafíos en la captura de valor, la integración tecnológica y el retorno de la inversión.
Tecnologías emergentes: sostenibilidad, movilidad y semiconductores
El informe también señala que la inversión en tecnologías de energía y sostenibilidad alcanzó los 223.000 millones de dólares, encabezando el listado de sectores con mayor volumen de capital. Esta categoría incluye desarrollos en energías renovables, electrificación, eficiencia energética y combustibles bajos en carbono.
La movilidad, por su parte, acumuló 132.000 millones de dólares en inversión, impulsada por el desarrollo de vehículos eléctricos, autónomos y drones. Sin embargo, la evolución es desigual: mientras China registró un aumento de ventas del 36%, Estados Unidos vio ralentizado el mercado por la retirada de incentivos. En Europa, los precios de los vehículos eléctricos bajaron por debajo de los de combustión en varias categorías.
En el área de hardware, los semiconductores específicos para aplicaciones crecieron un 97% en inversión entre 2023 y 2024, alcanzando un mercado global de más de 600.000 millones de dólares.
Infraestructura digital y desafíos estructurales
El informe identifica también avances en realidad inmersiva, ciberseguridad, computación en la nube y edge computing, tecnología espacial y bioingeniería, entre otros. No obstante, McKinsey alerta sobre varios riesgos estructurales que pueden ralentizar la adopción de estas tecnologías, como la escasez global de semiconductores, el alto consumo energético de los centros de datos y la intensificación de la competencia internacional.
Estas tendencias reflejan una transformación tecnológica acelerada, pero también obligan a revisar modelos energéticos, industriales y regulatorios para garantizar una adopción sostenible y competitiva a escala global.